PLEGARIA POSTRERA
Virgen María, de fulgor me llena
de tus ojos en luz el alba pura.
¿Qué mieles en flor manan la dulzura
como tus labios al besar mi pena?
Virgen María, ¿qué mortal condena
ata las almas en prisión oscura?
Filo de plata tiene tu ternura,
con que corten sin sangre mi cadena.
Sin esperanza mi dolor muriera.
si en tu sonrisa maternal no viera
la libertad en sol con brisas nuevas.
Así mi llanto se transforma en gracia,
y mi alma, presa en lodos antes lacia,
en flor eterna para Dios renuevas.
1937
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