En la ventanilla
Martine H. Garziarena
Así están las cosas, me dijo él en un tono de sabiondillo feroz, o eres famoso o famosillo (los hay de muchos tipos: guipuzcoano, vizcaíno, madrileño... etc.) o tienes algún enchufe político, o simplemente te mueres de asco, pesimismo o inanición. Y continuó: como sabrá, estamos en una época de recesión económica, una gran crisis se ha apoderado de nuestro sistema, también llamado del "Welfare", y lo que es peor, el futuro se vislumbra oscuro (y profundo como la boca de cualquier sabiondillo feroz, quise añadir alegremente). La cuestión, por lo tanto, se reduce a una simple dicotomía: o tienes trabajo o no lo tienes.
¿Dónde puedo rellenar el impreso para acceder a algún puesto de sabiondillo feroz?, se me ocurrió al instante. Lo siento, dijo él sonriendo, pero para poder solicitarlo tiene que pertenecer a alguna de las dos primeras categorías mencionadas. Y es evidente que usted, se vanaglorió entonces, pertenece a la tercera.
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